[manifesto]
Materia Colectiva se compone de dos palabras con un profundo significado en el mundo actual de la arquitectura. Como diseñadores y arquitectos, estamos inevitablemente ligados a la materia y su transformación, lo que nos impulsa a una constante investigación sobre diferentes materialidades y sus interacciones. Nuestro objetivo es potenciar los sentidos humanos a través de la materia, entendida no solo como materialidad, sino también como presencia en un contexto específico. Una vez insertada, la materia deja una huella imborrable en su entorno, capaz de generar un impacto en quienes la habitan e interactúan con ella.
Cuando hablamos de materia, no nos referimos al uso de materiales pretenciosos o recargados para provocar una impresión sensorial inmediata, sino a la esencia misma de la volumetría y la espacialidad. Entendemos la materia en su estado más puro, como una masa que puede ser transformada sin perder su identidad. Su valor no radica en el material en sí, sino en lo que logramos hacer con él al intervenirlo.
Para nosotros, la materia debe ser pura, natural y cálida, capaz de evocar una emoción. No se limita solo a lo intervenido por el hombre, sino que se nutre del propio contexto natural como material primordial: los tonos verdes y las texturas de la vegetación, los rayos de luz que atraviesan un espacio, el sonido del agua fluyendo y el desgaste de los materiales en el tiempo.
Por otro lado, cuando pensamos en la materia, también imaginamos un espacio de diseño donde converjan distintas disciplinas y oficios en un proceso colectivo. Un lugar donde herreros, carpinteros, escultores, diseñadores industriales y arquitectos puedan compartir conocimientos, enriqueciéndose mutuamente bajo un mismo concepto: la investigación de la materia y el diseño. De esta forma, la materia no solo se transforma en un objeto tangible, sino también en un lenguaje compartido que da vida a nuevas posibilidades dentro del diseño y la arquitectura.